miércoles, 30 de abril de 2008

HASTA AGOTAR STOCK


Que desperdicio de energía, que manera de malgastar excesivamente esta gran imaginación para inventar palabras sin sentido, que llegan al punto de ofender a la fonética y que de una forma desagradable transgreden el sentido de la lengua. Con un cierto aire a resignación, podría aseverar que estamos frente a un dialecto, que frívolamente y sin precisar las consecuencias llevamos a cabo dia a dia, haciéndola parte de nuestra cotedaneidad.
Empíricamente debemos admitir, que cuando nuestro stock (entiéndase por imaginación) esta vacío, con subrepticia recurrimos irresistiblemente (no uso la palabra necesario, por no serlo realmente) a importar la primera estupidez que se cruza frente a nosotros y no quiero sonar autoritarista ni mucho menos, pero esta situación exaspera a cualquiera (normal).
Reflexivamente he cuestionado mi falta de empatia, mi limitada tolerancia o la otredad, sin embargo, no logro expiar de algún modo posible mi percepción respecto de este escenario. En la generalidad de la situaciones, la subjetividad esta sentada en primera fila, no siendo esta la excepción, pero con esas grandes bodegas deambulando libremente por las calles, no seria extravagante pensar que la real academia fije su atención en esta inusual sucursal.

1 comentario:

Smile dijo...

es sólo una parte de lo que puedo explicar además; hay otras cosas que nadie sabe, y que tal vez no las relacionan conmigo, toda la gente tiene secreto, a que no?
buena suerte