martes, 15 de julio de 2008

SOCIAL Y MUNDANO



Ruidos estridentes, luces incandescentes y una gran masa de mentes ejercitando lo cotidiano. No es armónico cuando el lado izquierdo es muy distinto al diestro, es darle rienda suelta a los instintos, a eso que todos de algún modo escondemos tras un café muy cargado y que en ocasiones da un placer subliminal, es un vicio mas persistente y menos criticado que un oscuro pulmón, con la sola distinción de que es validado por inercia.


Usurpando frases y alimentando el hambriento ego, seguimos caminando entre piedras de plata y aceras de mármol, comúnmente descalzos y sin cuestionar lo objetivo, cegados por nuestro mundo y por lo que nuestros ojos permiten mirar, con un conformismo que delata una ingenuidad consciente y motivada por las frases que nos repetían incansablemente durante la infancia. Exculpémonos de toda responsabilidad! es el “autoritarismo democrático” que reside dentro de cada uno de nosotros y que actuando elocuentemente bajo los efectos atrayentes del entorno, tiene la facultad de manejarnos.


Es un mundo de fantasías, en donde el enriquecimiento del alma es la demencia misma, en donde las letras blancas padecen de un extraño mal y en donde la sabiduría es subjetivamente mal interpretada. Haciendo caso omiso de la contradicción vivida hace unos segundos, debemos admitir el antagonismo del placer, una sensación verdaderamente corta y repetitiva, que comúnmente necesitamos antes de que nuevamente caigan las hojas de los grandes árboles.